Claves para una alimentación sana

A todos nos preocupa mantener un estilo de vida saludable que reduzca nuestras posibilidades de contraer enfermedades y que nos ayude a mantenernos en forma física y mental. 

Para poder llevar un estilo de vida saludable, el primer paso es mantener una alimentación sana que nos ayude a protegernos y a prevenir enfermedades (cardiovasculares, obesidad, diabetes, cáncer, etc),

Una alimentación sana permite por una parte que nuestro organismo funcione con normalidad, cubriendo nuestras necesidades fisiológicas básicas, y por otra parte, reduce el riesgo de padecer enfermedades a corto y largo plazo. No se trata de una relación directa de causa-efecto, pero sí contribuye a aumentar el riesgo de aparición y desarrollo de dichas enfermedades.

Consejos para llevar a cabo una alimentación sana

Incorporar un alto contenido de fibra. Esto lo podemos encontrar en las frutas y verduras. Es recomendable que en cada comida que realicemos al día contuviera una ración de fruta o verdura. La fibra por excelencia la podemos encontrar en la fruta y verdura de forma natural, es por ello que no hay que buscarla en otro sitio, porque en ningún otro alimento será mejor que de este grupo.

En el ranking de frutas y verduras con gran aporte de fibra, nos encontramos el tomate, el limón y las naranjas aportando muchos beneficios para mantener una alimentación sana y saludable.

Evitar azúcares añadidos. El azúcar es un carbohidrato puro por lo que contiene una alta carga glucémica. Cuando el cuerpo la digiere, genera una resistencia a la insulina que a su vez es causa de obesidad.

Beber 1,5L – 2L de agua. Esto equivale a 8 vasos aproximadamente de agua al día, que es la cantidad recomendable para beneficiarnos de todas las ventajas del agua. El cuerpo humano depende del agua para poder sobrevivir cumpliendo las siguientes funciones:

• Eliminando los desechos de nuestro cuerpo a través de la orina, la transpiración y las evacuaciones intestinales.
• Ayuda a mantener una temperatura normal.
• Ayuda a las articulaciones.
• Protege los tejidos sensibles.

Reducir el nivel de sal en nuestras comidas. Es verdad que el sodio es necesario para nuestra salud, pero los alimentos de por sí ya contienen socio por lo que no sería necesario aumentar dicha cantidad con sal extra. Esto es un “mal hábito” que empleamos y que somos conscientes que es difícil eliminarlo de nuestra rutina, por ello recomendamos reducir la cantidad.

Mantener bajos niveles de grasa saturada. No todas las grasas son malas, es decir no deberemos de deshacernos de todas, pero sí que debemos de disminuir o reducir el consumo de grasas saturadas que son las que elevan el nivel de colesterol y obtura las arterias. Ejemplo de grasas saturadas son: aceite, leche, chocolate, mantequilla, carne de vaca, carne de cerdo, etc.

Disminución de lácteos. Es posible que pensemos que la leche es buena e importante para nuestro bienestar aportando calcio para nuestros huesos pero tampoco debemos de hacer un consumo excesivo puesto que es un alimento muy anabólico.

Disminución de los cereales. Podemos pensar que cereales son alimentos saludables estamos equivocados. Suelen ser alimentos altamente procesados con excesos de azúcares por lo que se recomiendan otros alimentos para nuestros desayunos.

Minimizar la comida procesada. Siempre será una mejor opción la comida cocinada por nosotros que la comida preparada.

Darte el capricho de comer lo que quieras una vez a la semana. Todos nos merecemos un capricho pero debe ser controlado, una comida al día un día de la semana es recomendable.

Reducir el consumo de alcohol a ocasiones especiales, no haciendo un consumo habitual.

Esperamos que con estos consejos saludables puedas mejorar tu alimentación y mantener una forma de vida sana que te ayude a encontrarte mejor y sobre todo a ser un poco más feliz, que aunque no lo parezca la alimentación contribuye mucho a ¡nuestra felicidad!.